domingo, 17 de mayo de 2015

Noveno día - Novena al Divino Niño Jesús


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Inicial

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tu hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el dueño de todas las cosas. Quién podrá pues resistir a tu Majestad Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tú has dicho "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. amén.

Consideración

Bondad y dulzura del Niño Jesús

"El Niño Jesús crecía y se fortalecía; estaba lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él". (Lc. 2, 40).

"Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres". (Lc. 2, 52).

La bondad y dulzura fueron siempre las principales características del Divino Niño. ¡Con qué encantadora bondad y dulzura recibió a los pastores en la gruta de Belén, y a los magos... y más tarde en Nazaret, era tan atractiva la celestial irradiación de su bondad y la celestial dulzura de su hermoso rostro y divina mirada, que cautivaba a cuantos le conocían, los cuales llenos de confianza y admiración se decían unos a otros: "Vayamos a ver al hijo de José y María".

Adorable Niño Jesús, mi único tesoro... dígnate, dulce Bien mío, derramar sobre mi corazón, con la unción de tu gracia, la dulzura y bondad de tus sentimientos divinos, y por los méritos infinitos de tu Santa Infancia, regálame la gracia de un día contemplar tu hermoso Rostro en el cielo. Amén.

Propósito

"Pediré perdón a Dios por mis pecados y haré el propósito de enmendarme de aquella falta que más cometo"


Oración final

Oh Jesús: "Tu has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".

Por eso vengo a pedirte con toda fe: Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.

Ven a mi, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados.

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tu vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el precio de tu Sangre. Te proclamo como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor.

Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús, José y María, libradnos de todo mal.

Jesús, José y María, salvad nuestras almas.

Amén, Aleluya. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Octavo día - Novena al Divino Niño Jesús


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Inicial

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tu hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el dueño de todas las cosas. Quién podrá pues resistir a tu Majestad Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tú has dicho "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. amén.

Consideración

Humildad del Niño Jesús

Entonces dijo Jesús: "...aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón". (Mt. 11, 29).

El Niño Jesús fue humilde de corazón. Humilde en su nacimiento, humilde en su infancia, humilde en toda su vida, no queriendo ser reconocido sino como el hijo de un sencillo artesano, "el hijo del carpintero". Más tarde, cargado de oprobios delante de los tribunales de Jerusalén, rodeado de verdugos y calumniadores, no permitió a su corazón el más ligero desahogo.

¡Oh Santísimo Niño Jesús, mi único Modelo, manso y humilde de corazón! Dadme la gracia para que, a ejemplo tuyo, sea también manso y humilde de corazón en todas las penas, enfermedades y contrariedades que en adelante me sobrevengan. Amén.

Propósito

"Apartaré ropas en muy buen estado o alimentos para los pobres y a la primera ocasión visitaré una familia necesitada o algún enfermo".


Oración final

Oh Jesús: "Tu has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".

Por eso vengo a pedirte con toda fe: Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.

Ven a mi, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados.

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tu vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el precio de tu Sangre. Te proclamo como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor.

Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús, José y María, libradnos de todo mal.

Jesús, José y María, salvad nuestras almas.

Amén, Aleluya. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Séptimo día - Novena al Divino Niño Jesús


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Inicial

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tu hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el dueño de todas las cosas. Quién podrá pues resistir a tu Majestad Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tú has dicho "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. amén.

Consideración

El amor del Niño Jesús al sufrimiento

Jesús le dijo: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". (Mt. 8, 20).

El Niño Jesús, a quien se debe todo honor y amor en sumo grado, como el Unigénito del Padre que es, el Dios de la gloria, la inocencia y santidad misma, y que viniendo a la tierra pudo haber escogido una manera de vivir más feliz, según el mundo, con todo eso escogió para cuna un pesebre. Fue tan pobre mientras vivió que, en palabras suyas, "no tuvo dónde reclinar la cabeza"; toda su vida fue cruz y martirio perpetuo hasta morir entre las ignominias y los más crueles tormentos. Pero, el pensar que sus penas nos salvarías, le hizo no sólo soportable sino amable el padecer.

¡Oh amabilísimo Niño Jesús!, quiero por tu amor tener mi corazón dispuesto a hacer todos los sacrificios que exijas de mí, sabiendo que esos sacrificios me purificarán el corazón y me acercarán a Ti. Jesús, mi dulce amor, hiere e inflama mi corazón para que siempre arda de amor por Ti.

Propósito

"Haré un acto de fe pensando en mi corazón: todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Todo es posible para quien tiene fe".


Oración final

Oh Jesús: "Tu has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".

Por eso vengo a pedirte con toda fe: Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.

Ven a mi, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados.

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tu vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el precio de tu Sangre. Te proclamo como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor.

Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús, José y María, libradnos de todo mal.

Jesús, José y María, salvad nuestras almas.

Amén, Aleluya. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sexto día - Novena al Divino Niño Jesús


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Inicial

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tu hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el dueño de todas las cosas. Quién podrá pues resistir a tu Majestad Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tú has dicho "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. amén.

Consideración

Sumisión del Niño Jesús a la voluntad del Padre Celestial

Dice Jesús: "Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre que me ha enviado hasta llevar a cabo su obra de salvación". (Jn. 4, 34).

El Niño Jesús no tuvo jamás otro anhelo que el de cumplir la voluntad de Dios su Padre; a Él ofreció el sacrificio de su corazón, rendido en todo a sus órdenes, y el sacrificio fue cumplido perfectamente hasta exhalar, por obediencia, el último aliento sobre la cruz.

El Niño Jesús llamaba su alimento la obediencia a la voluntad del que lo había enviado.

¡Oh amabilísimo Niño Jesús, que eres la santidad y la bondad misma! Te amo, y quiero constantemente estar unido a Ti. Deseo con todo mi corazón que tu santísima voluntad se cumpla en mí, en todos los instantes de mi vida. Amén.


Propósito

"Tendré para con mis familiares o los que viven en mi casa, algún detalle que les demuestre mi simpatía y mi aprecio".


Oración final

Oh Jesús: "Tu has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".

Por eso vengo a pedirte con toda fe: Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.

Ven a mi, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados.

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tu vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el precio de tu Sangre. Te proclamo como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor.

Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús, José y María, libradnos de todo mal.

Jesús, José y María, salvad nuestras almas.

Amén, Aleluya. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quinto día - Novena al Divino Niño Jesús


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Inicial

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tu hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el dueño de todas las cosas. Quién podrá pues resistir a tu Majestad Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tú has dicho "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. amén.

Consideración

Amor del Niño Jesús para con los hombres

Dice Jesús: "Como yo os he amado, así también amaos los unos a los otros". (Jn. 13, 34).
Todas las acciones del Niño Jesús cuando vivía en Nazaret con su Santísima Madre y el patriarca San José, tuvieron por principio, después de la gloria de su Padre, el amor universal, el amor a los hombres.

En efecto, este amor fue el que lo obligó a dejar su gloria para revestirse de nuestra pobre y mortal naturaleza, y llevar una vida oscura, sometida a extrema pobreza y a toda clase de privaciones, fatigas y persecuciones, hasta morir en una cruz, y todo lo aceptó y sufrió con gusto para hacernos eternamente felices.

¡Oh mi adorable Niño Jesús! Tan amante y tan poco amado... Perdona mis olvidos y los del mundo ingrato que no piensa en Ti. Tu corazón dulcísimo que tanto ha amado a los hombres, sólo ha recibido de ellos ofensas e ingratitudes. Por este corazón herido por nuestros pecados, haz que en adelante no tenga corazón sino para amarte a Ti que eres mi único y sumo Bien. Amén.

Propósito

"Entraré a un templo y haré una breve visita a Jesús sacramentado"

Oración final

Oh Jesús: "Tu has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".

Por eso vengo a pedirte con toda fe: Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.

Ven a mi, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados.

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tu vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el precio de tu Sangre. Te proclamo como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor.

Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús, José y María, libradnos de todo mal.

Jesús, José y María, salvad nuestras almas.

Amén, Aleluya. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuarto día - Novena al Divino Niño Jesús


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Inicial

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tu hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el dueño de todas las cosas. Quién podrá pues resistir a tu Majestad Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tú has dicho "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. amén.

Consideración

Amor del Niño Jesús a San José, su padre adoptivo

"...Y vino a Nazaret: y les estaba sujeto". (Lc. 2, 51).

Ciertamente que el esposo de María no era el padre natural de Jesús sino la sombra en la tierra de su Padre Celestial. Por ello, el Niño Jesús le profesó a José respeto, veneración y un filial amor.

Amor que se manifestó especialmente en la obediencia. El Evangelio nos cuenta que "les estaba sujeto". Con eso lo dice todo. Durante toda su vida oculta, Jesús es conocido como "el hijo del carpintero". El ayudante capaz y laborioso en el taller de Nazaret, el hijo sumiso a las enseñanzas y normas de su padre legal, a quien llamó con el dulce nombre de papá.

En su infancia, José fue todo para Jesús: su guardián y custodio, pues, recién nacido, lo sabrá defender de Herodes y sus secuaces. Luego será su guía y maestro que lo inicia en la vida religiosa y social de Israel, que le enseña a leer las Sagradas Escrituras.

José, como todo padre judío, supo enseñar a Jesús, desde muy niño, a orar con los salmos, como lo hacían todos los niños israelitas; con paciencia paternal lo fue introduciendo en los usos, costumbres y tradiciones del pueblo de Israel.

Jesús supo retribuirle con inmenso amor y gratitud todos sus cuidados solícitos y estuvo junto a José "sometido a su autoridad paternal hasta que el Santo Patriarca tuvo la dicha de morir en los brazos de Jesús y María.

¡Oh mi adorable Niño Jesús! Regálame la gracia de amar intensamente a San José, el árbol que no dio fruto, pero sí la sombra que te cobijó en la tierra y ahora lo glorificas en el cielo. Que yo también tenga la gracia de pasar de este mundo a la eternidad, asistido por Ti y tu Madre Santísima.


Propósito

"Daré alguna limosna que me cueste para el culto en algún templo o para alguna obra religiosa"


Oración final

Oh Jesús: "Tu has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".

Por eso vengo a pedirte con toda fe: Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.

Ven a mi, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados.

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tu vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el precio de tu Sangre. Te proclamo como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor.

Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús, José y María, libradnos de todo mal.

Jesús, José y María, salvad nuestras almas.

Amén, Aleluya. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Tercer día - Novena al Divino Niño Jesús


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Inicial

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tu hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el dueño de todas las cosas. Quién podrá pues resistir a tu Majestad Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tú has dicho "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. amén.

Consideración

Amor del Niño Jesús a su madre Santísima.

"María conservaba todas estas cosas dentro de sí, meditándolas en su corazón". (Lc. 2, 19).

Después del amor a su eterno Padre, es María, su Madre, el más ardiente y tierno amor del Niño Jesús, el dulce objeto de sus eternas complacencias. Ella es la virginal doncella que desde siempre eligió para madre suya, colmada desde el primer instante de su ser natural con la plenitud de todos sus dones y gracias divinas. Es la "llena de gracia", porque está llamada a ser la Madre purísima del Verbo Encarnado. Por tanto, si queremos agradar al Divino Niño Jesús, amemos y honremos a María.

¡Oh mi amado Jesús Niño! graba en mi alma la semejanza con tu querida Madre, y concédeme la gracia de encomendarme siempre a Ella y de amarla con los mismos sentimientos filiales de tu divino corazón. Amén.

Propósito

Recordaré algún favor que he recibido de Dios y le daré gracias, y si me es posible lo narrare a alguna persona.

Oración final

Oh Jesús: "Tu has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".

Por eso vengo a pedirte con toda fe: Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.

Ven a mi, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados.

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tu vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el precio de tu Sangre. Te proclamo como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor.

Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús, José y María, libradnos de todo mal.

Jesús, José y María, salvad nuestras almas.

Amén, Aleluya. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.